La Escuela de Negocios ESIC ha llevado a sus aulas el centenario de Rusvel, como un modelo de empresa que ha sabido interpretar sus cien años de historia como una oportunidad de impulsar el negocio. El evento, que ha tenido lugar en la sede de ESIC en el Campus de la Cartuja, en Sevilla, ha reunido a su directora, Patricia Cuevas, y a Miguel Rus, presidente de Rusvel, quienes han mantenido una interesante entrevista sobre las claves de la empresa para alcanzar un siglo de historia.
Miguel Rus ha explicado que una de las claves del éxito ha estado en el equipo humano. «No tenemos otro secreto que la profesionalidad, ha dicho a los alumnos de ESIC. En Rusvel siempre hemos valorado mucho la calidad profesional de los equipos, que es lo que nos permite trabajar con garantías de éxito y continuidad en el tiempo. Pero no buscamos personas excelentes, perfectas. Es más, nos interesan las personas que incluso han experimentado el sinsabor del fracaso. El fracaso no es negativo. Es experiencia. Al que no ha fracasado nunca todavía le queda mucho que aprender»
El esfuerzo en el trabajo ha sido otro de los elementos clave en la continuidad de la compañía. «Es algo que hemos heredado de nuestro fundador, D, Salvador Rus López, mi abuelo. Se lo inculcó a sus hijos, y ahora nos toca a los nietos conservarlo como uno de los activos más valiosos de la compañía. Todo el que viene a trabajar a Rusvel, enseguida entiende que el esfuerzo diario es parte de nuestra cultura y lo que nos garantiza ser competitivos y mirar al futuro con serenidad y confianza»
La directora de ESIC, Patricia Cuevas, se interesó por las diferentes líneas de negocio que desarrolla Rusvel, lo que puso como ejemplo de diversificación. Pero Rus explicó que «no es solo diversificación. Es algo más. Nosotros buscamos sobre todo la complementariedad en los negocios. Por eso solo nos enfocamos hacia nichos que son complementarios con nuestra actividad central: la construcción. Y siempre lo hacemos después de valorar muy despacio cada oportunidad. No nos embarcamos en aventuras que prometen grandes márgenes. Preferimos menos margen y centrarnos en lo que sabemos hacer»